Hay dos tipos de atención: la voluntaria y la involuntaria.
La primera es cuando hay una elección de por medio y se busca la concentración en dicho fenómeno, buscando eliminar toda distracción. Y por lo tanto, la segunda consta de aquella acción que nos sorprende y no ponemos la menor intención de fijarle algún interés, por ejemplo cuando oímos el teléfono en nuestras casas, sin ninguna intención se busca con la mirada el teléfono, y ahí es donde uno decide o buscar el teléfono y contestarlo o seguir con lo que se estaba haciendo posteriormente a la llamada.
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